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(xviii) Escuela de errores y NOes
30 Dic 2017

(xviii) Escuela de errores y NOes

Quedan 2 días para terminar el año, me gusta parar un poco los últimos días (o al menos el último si no se puede antes) para repasar cómo fue todo lo que ocurrió en el año que termina. Hace unas horas me dolía muchísimo la cabeza y he dudado si cerrar los ojos para que se me pasara o no hacerlo para evitar mañana levantarme tarde, las letras me han espabilado dándole vueltas a un tema que llevo pensando varias semanas tras probablemente vivir varios de los meses más trepidantes de mi vida. Este capítulo habla de errores y de NOes.

Cuando escribí el último post en 100Thanks, lanzábamos la app de este proyecto, y es curioso que no sabía si tendría más o menos éxito, sin embargo lo que tenían encantado era la ilusión de no saber que ocurriría. A día de hoy os puedo decir que han sido fascinante los últimos meses. El lanzamiento de la app ha recorrido literalmente el mundo e incluso hemos conseguido ser noticia en el Telediario de RTVE en medio de la tormenta de noticias que ha asolado los medios últimamente. Salir por cosas buenas me he dado cuenta que no es tan fácil. Os pongo el vídeo donde creo se explica bastante bien el proyecto.

Por cierto, otra cosa maravillosa que hemos empezado a hacer con el proyecto es dar charlas en centros educativos gracias a César de la Hoz. Escribiré un post dedicado exclusivamente a esta experiencia.

A mi madre (imagino que igual que todas las madres) le gusta que le cuente cosas, me gusta pasar con mis padres algunos días en un pueblo al que suelen ir (y debería ir más de lo que voy porque es un paraíso para el alma :)), y allí no hay muchas cosas que hacer. No hay muchas pero si hay una muy importante y fácil, hablar y disfrutar de ellos.

Hablando con mi madre, y al principio sonsacándome las palabras, nos pusimos a filosofar un poco de la vida.

No recuerdo muy bien de todas las cosas que hablamos pero si me regaló de lo que hablaría en este capítulo, de lo importante que es asistir en la vida continuamente a la escuela de errores y de NOes.

La vida es una gran escuela de errores, desconfía del que te diga que nunca ha errado. Cuanto más errores haya cometido alguien más probabilidades y cerca está de hacer cada día las cosas mejor. Si os paráis a pensar en vuestra pequeña gran experiencia todo gran acierto viene precedido de un gran error. Las cosas que probablemente más nos han dolido nos han servido para bien en una siguiente ocasión e incluso os han hecho mejorar y en el futuro alguien lo valoró. No asistir a la escuela de errores nos hace vivir una vida plana, sin ningún riesgo pero también sin ninguna evolución.

Asistir a la escuela de NOes también es importante, los NOes te hacen fuerte, te enseñan a luchar, los NOes consiguen sacar de uno mismo tu mejor versión. No asistir a la escuela de NOes permite que las personas caigamos en cosas como el capricho, el victimismo u olvidar que los únicos responsables de las cosas que nos pasan a cada uno somos nosotros mismos. El primer profesor de la escuela de NOes son nuestros padres.

Con la edad creo que lo que todos intentamos, y de alguna manera vamos consiguiendo, pasar cada vez menos tiempo en estas dos escuelas. Sin embargo, tener el billete que te llevan a ellas preparado para ir rápido en caso de ser necesario es lo que hace grandes a las personas.

Yo he cometido muchos errores y he tenido muchísimos NOes. Los cuales probablemente me han hecho pasar los peores momentos de mi vida pero también me han llevado a la historia más emocionante de mi vida que es iniciar este proyecto llamado 100Thanks.

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En la escuela de errores yo aprendí.

Aprendí que mi mayor error ha sido no decir las cosas a tiempo. Antes prefería no decir las cosas, eso provoca que cuando uno las dice está cerca de la gran explosión. Decirlas a tiempo siempre evita males mayores.

Aprendí que en la vida es importante no mendigar amistad, compromiso, amor ni respeto. Estamos aquí para estar alrededor de personas que están a la altura que esperamos y que cada uno necesita en estas tres cosas.

Aprendí de la importancia de saber leer a las personas, los tipos de personalidad con las que nos sentimos bien, las personas que son más difíciles de gestionar en nuestras vidas, las personas con las que nos sentimos cómodos sin ningún esfuerzo.

Aprendí lo importante que son los comportamientos, ni peores ni mejores, de las decepciones que nos podemos llevar tuvimos señales que nos lo decían mucho antes.

Aprendí que las cosas no se dicen sino se hacen, porque cuando se hacen se dicen solas. Cuando quieras saber algo sólo tienes que fijarte en los hechos, hablar es mucho más fácil que hacer, hacer lleva distancia y tiempo.

Aprendí que en los pequeños detalles está el diablo, el de todos porque por supuesto yo también tengo mis fallos.

Aprendí que a las personas no se nos cambia con facilidad. La forma de ser se trabaja con el tiempo, la forma de actuar puede ser temporalmente la que quieren ver unos ojos, pensar que cambiará una persona en poco tiempo es probablemente una de las mayores ilusiones que nos hacemos los humanos. Se puede cambiar el físico, el conocimiento, y muchas cosas, pero la forma de ser es probablemente lo más difícil de cambiar porque está forjado con las vivencias y esas suelen cambiar poco. Ojo se puede cambiar, pero requiere una gran motivo y trabajo.

Aprendí que la distancia entre error y éxito es muy corta. Detrás de cualquier éxito hay infinitos fallos, el que no ha fallado es porque quizás en su vida nunca intentó realmente intentar nada.

Aprendí que los amigos, las parejas, las relaciones de trabajo, cuando son buenas se construyen solas, si tienes que forzar algo intenta pronto ver si se mejora o dejarlo.

Aprendí de mis errores que hay que hacer las cosas que uno siente, cuando uno las siente el puzzle de la vida de repente une las piezas y sin saber cómo todo resuena y tiene un increíble significado. Lo peor que uno puede hacer es vivir la vida de otra persona.

escueladeerrores

En la escuela de Noes aprendí varias cosas.

Aprendí que un NO es muchas veces temporal, no hay mayor satisfacción que vencerlos con el tiempo y tus mejoras.

Aprendí que un NO es una respuesta a un motivo. Escuchar ese motivo aunque moleste es el mejor regalo que te pueden hacer muchas veces.

Aprendí que un NO es la mayor medicina para tener humildad. Quien no sabe escuchar Noes difícilmente puede ser humilde, quien no puede ser humilde jamás puede mejorarse a sí mismo.

Aprendí que un NO es un protector del capricho. El capricho es el mejor amigo de la frustración y del victimismo.

Aprendí que un NO puede parcer menos importante que un error pero sin embargo aprender de ellos y saber gestionarlos es casi más importante, los NOes son la antesala de los errores.

Asistiendo y alternando ambas escuelas he escrito todas estas líneas sabiendo que necesitaré editar este capítulo un montón de veces cada cierto tiempo. Intentaré ampliarlo y escribir en otro color porque todas estas cosas son las que sé hoy, y no he terminado de escribir esta frase y estoy seguro que en algo habré errado y por tanto aprendido.

Despido el año escribiendo sobre errores. Me gusta intentar hacer las cosas mejor y creo que a pesar de muchas cosas buenas que están pasando, es importante también recapacitar y no perder de vista los errores.


Gracias
a todos los que leéis mi pequeña observación del mundo.
Gracias por permitirme tener un altavoz de lo que pienso a través de estos capítulos.
Gracias a los que formáis parte de mis errores, mi forma de ser para bien o para mal es fruto de ello.

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100Thanks! 🙂
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JL

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